El director de “ Guardianes de la Noche “ y “ Guardianes del Día “,Timur Bekmambetov , adapta a la gran pantalla el cómic de Mark Millar, narrando a ritmo trepidante las andanzas de una implacable hermandad de asesinos.
Aunque muchas veces nos olvidemos ( en pos de la profundidad narrativa o los ejercicios de virtuosismo realista ), en muchas ocasiones nos sentamos ante la butaca para ver una película que sea, simplemente, divertida .
Ésta es la óptica principal y casi única con la que ver “ Wanted “. Obviemos los personajes de cartón piedra, las interpretaciones embutidas en un cliché tras otro y las “ motivaciones “ de esta hermandad de asesinos, tan de risa como el argumento general del filme.
Obviemos la presencia siempre importante de Morgan Freeman, las turgencias de una Angelina Jolie en su lado más cool, o la composición del Asesino – héroe que nos regala James McAvoy ( tan alejada del despliegue con el que deleitó a publico y crítica en “ El último rey de Escocia “ ) . Todo esto, en “ Wanted “ , no significa nada.
Los personajes, las situaciones , los excelentes efectos visuales y en general, la estimable factura del producto, no sirven sino como envoltorio para un espectáculo visual banal , pero a la vez disfrutable segundo a segundo. “ Wanted “ es una montaña rusa de adrenalina en vena, donde estos Asesinos que matan por orden de un telar sagrado que selecciona los objetivos ( como lo leen ) , hacen de su capa un sayo esparciendo destrucción, muerte, chulería y espectaculares balazos “ con efecto “ por doquier.
Entre escenas de acción endiabladas, homenajes palpables a la Saga Matrix de los hermanos Wachowski, pleitesía a las coreografías del cine asiático, persecuciones de coches con una generosa cantidad de “ flipe “ y bandas sonoras tronantes y pretenciosas, se mueve la cinta con una soltura tal que hace que sus casi dos horas de duración pasen en medio suspiro.
Desde el purismo academicista se puede decir que “ Wanted “ , no aporta nada en absoluto ni a las carreras de sus intérpretes ni al firmamento del cine. Pero como espectador, tan necesitado a veces de emociones fuertes y de evasión, es un caramelo fácil de paladear , una tarta donde la sorpresa está en la última porción . Un ejemplo claro del cine como pura , simple y llana, diversión .