Carvalho recibe una llamada de socorro de su amiga Laura Pujol, y se pone en contacto con su socia Alicia Súarez, con quien Laura mantenía relaciones íntimas, y con su ex marido, el Dr. Rovira. La misma noche Carvalho halla muerta a Laura en la casa de ésta, junto a una jeringuilla y las ropas de un bebé, todo lo cual desaparece cuando la policía llega al lugar. Carvalho averigua que Laura había viajado a Londres con un niño recién nacido, y bajo falsa identidad. Por su parte, Alicia consigue de la policía una lista de niños desaparecidos y muertos, y mediante ella descubren que el hijo de la criada de Laura, Lucía, había muerto en la clínica de Rovira. Tras esto Alicia es asesinada y Carvalho acude a la clínica, donde Rovira la explica que el mató al hijo de Lucía y escondió en su cuerpo un alijo de heroína, y que Laura hubo de llevar el cuerpo a Londres, pero bajo los efectos de una fuerte dosis de droga, pues se resistía a participar en el crimen. A su vuelta, Rovira la mató con una nueva dosis. Tras las explicaciones el médico dispara contra Carvalho fingiendo defensa propia y le deja malherido, pero la acusación de un colaborador de Rovira libra de toda sospecha a Carvalho y posibilita la detención del médico.
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