Durante más de 500 años, Roma fue la más poderosa y avanzada civilización que el mundo había conocido jamás, gobernada por visionarios y tiranos cuyos logros abarcaron de lo genial a lo deplorable. Una característica común a todos los emperadores romanos, la ambición y la sed de poder, promovió una maestría sin precedentes en el campo de la ingeniería y la organización del trabajo. Lo que Roma: la construcción de un Imperio demuestra es que en el desarrollo, expansión y permanencia de la Roma Imperial fue decisiva la ingeniería. Gracias al sistema de acueductos, que llevaba el agua a las ciudades, y el de alcantarillado, que eliminaba las aguas residuales, floreció la cultura urbana. También fue gracias a la construcción de un puente provisional de unos 35 metros que Julio César invadió Alemania. Por medio de las más sofisticadas y modernas técnicas de animación informática se muestran en todo su esplendor los logros arquitectónicos y de ingeniaría de la antigua Roma Imperial. Unos logros sobre los que se basó un Imperio y que a menudo motivó acciones bélicas Trajano utilizó sus conquistas para financiar sus esfuerzos arquitectónicos y que han perdurado a lo largo de los siglos.
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