El mundo de los toros visto a través de las inolvidables andanzas de un simpático truhán, embaucador y vividor. José Alvarez "Juncal" fue un matador de toros por los años 50 y 60. Una grave cornada le dejó inútil para el toreo, a cambio de una distinguida cojera. Juncal, en la plenitud de su gloria, contrajo matrimonio con Julia Muñoz, perteneciente a una familia rica y tradicional de Córdoba, que se encaprichó con el diestro más por su apariencia que por sus virtudes. La unión fue breve: Juncal abandonó a Julia dejándole en herencia dos hijos, Isabel y Manolo, y se instaló en Sevilla, donde encontró a Teresa, que le dió cobijo, pues andaba solo y sin dinero. Para Juncal, lo más importante en la vida eran el mundo de los toros y las mujeres, y así vivía, como "torero retirado", con pocas preocupaciones. Pasado el tiempo, Juncal se reencontraría con su hijo, novillero de moda, rico y poderoso y, a través de él, Juncal ve la posibilidad de reencontrarse con el mundo de los toros y de vivir la vida que se le escapa...
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