Todo comienza con un asesinato, sin embargo y ya desde el principio, la cara del asesino no encaja: Leland Fitzgerald no parece capaz de realizar ese acto. Le envían a un centro penitenciario juvenil en el que entabla relación con uno de los profesores, Pearl Madison. A lo largo de una serie de conversaciones, Pearl intenta descubrir el por qué del crimen.Una de las grandes ironías de la vida es que, en numerosas ocasiones, es necesario que algo terrible ocurra para mostrar nuestra más profunda bondad. Las mayores virtudes están latentes, adormecidas para tan sólo revelarse cuándo algo catastrófico sacude nuestras vidas..
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