Un clásico de Charles Chaplin aclamado en el año 2000 como una de las mejores comedias jamás realizadas. Estados Unidos no había entrado todavía en la II Guerra Mundial, cuando Chaplin dirigió "El Gran Dictador", interpretando un doble papel como el dictador Hynkel y un humilde barbero judío que ignora que otra persona físicamente igual se ha eregido dictador del país. Chaplin retrata con su original ironía la ascensión al poder del régimen fascista con escenas conmovedoras de los guettos. Resulta inolvidable la escena del baile con un globo de Hynkel y la interpretación de Jack Oakie como Mussolini.
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