Son los maestros de la intimidación.
Cuando se ven sorprendidos salen disparados a toda velocidad contra el intruso, profiriendo toda suerte de gritos.
Con hasta 250 kg de peso y 1,88 m de altura, los gorilas se ponen de pie golpeándose el pecho y enseñando los dientes.
Sin embargo, estas acciones agresivas no son sino parte de una estrategia defensiva que sólo llevan a la práctica si creen que su familia está en peligro.
En realidad, los gorilas son unos animales más pacíficos y confiados.
Incluso aceptan sin demasiados inconvenientes la cercanía del hombre, con quien comparten el 97,7 % del código genético.
Viven en las espesas selvas del África central y oriental, formando pequeños grupos unidos por estrechos lazos familiares.
Suelen merodear todo el día al mando de un macho adulto mientras comen o juegan, y construyen nidos para descansar toda la noche.
Al igual que muchos primates, las hembras se muestran muy promiscuas todo el año y, tras ocho meses y medio de gestación, dan a luz una sola cría que puede alcanzar los 35 años de edad.
Algunas de las especies se encuentran en grave peligro de extinción.
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