1941. La guerra ha comenzado para los Estados Unidos, y faltan brazos en las fábricas. Entre las muchas mujeres que deciden trabajar, dos vecinas, viejas enemigas, deberán olvidar cuentas pendientes y colaborar frente al enemigo común, que ellas creían eran sólo los japoneses. Los mayores problemas se los crean los compañeros con sus burlas y proposiciones. Una está casada, con un marido que se enroló en los primeros días, y la otra pretendía ser cantante hasta que su novio eligió a otra para que interpretara sus canciones. Y así, juntas, libran como pueden su guerra particular.
|